,.

Lo esencial es Invisible a los Ojos

Followers

20 de octubre de 2009



Él. Un ser perverso, un estafador de la mente. El hombre que amo. ¿Cómo se puede amar y odiar a alguien al mismo tiempo? Mezclo personalidades, momentos, tiempos y así mi amor se vuelve atemporal: sin poder distinguir lo que fue y dejó de ser, de lo que nunca será.

Cuando no soy consciente de mi condición, el mundo se deshace por un llamado que no llegó.
Y me invade una desesperanza que más parece una descarga eléctrica poderosísima que me deja nublada, ciega, somnolienta, imbécil, destartalada. Sin poder de decisión, inactiva e imperante: necesito dormir, o morirme, o que me maten. Y si no sufro otra descarga eléctrica me quedo dormida al poco tiempo. Casi siempre es así.

¿Cómo puedo amar y odiar a una misma persona? me da lo que quiero, o me da en parte lo que quiero, o me hace creer que me da lo que quiero, o me auto convenzo de estar satisfecha con lo que me da o le mendigo y acepta entregar a modo de limosna.

Pero a veces, pocas veces, tomo consciencia de la irracionalidad de lo que hago, de la impotencia que encarno, de lo patético de mis actitudes y comienzo a pensar: situaciones, hipótesis, electricidad, etc.… y eso me hace odiarlo. La electricidad me hace odiarlo y me hace dormir. Generalmente cuando me despierto, no recuerdo por qué lloré tanto y cuando logro saber porqué, aún no lo entiendo. Así es como se ama y se odia a alguien hasta límites insospechados.

Lo suprimo todo, eternamente, porque a tiempos es menos doloroso dejar de sentir.
Cuando dejo de sentir empiezo a pensar. Me hago preguntas racionales y me contesto sin mayores problemas.De la misma manera como amo y odio a alguien. Así, sin explicaciones. Me amoldo. No es que no tenga opiniones formadas. No creo que sea eso.

El personaje que más me cuesta es este que me carcome. Este que me obliga a escribir detalladamente en una agenda todo lo que se me viene a la mente. Que me obliga a llevar registro de TODO.
También creo que nacieron por necesidades íntimas:de RECORDAR. Aunque muchas miles de veces hubiese pagado para olvidar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario