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Lo esencial es Invisible a los Ojos

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29 de abril de 2021

BER-EZE

 Caramelo acido tu beso de despedida.

Con mis manos pegadas a tu cuello me pediste: “Dame un BUEN beso”.

Nuestras lenguas se perdieron.

Que este abrazo sea eterno.

Y las olas se lleven este ridiculo moño en mi muñeca, la apretada polera negra que llevo puesta, y desabroche mi sostén amarillo.

Regresemos al andén.

Bajo nuestro paraguas inventemos algún  pretexto. 

Busquemos claridad en el desencuentro.

Rubí mis labios, brillante tu piel. Nuestros ombligos sin respetar distancia alguna.

El aeropuerto se aproxima, la partida es inminente.

Vuelo lejos. De vos y de Berlin.

Bailemos como el primer encuentro.

Las nubes me dan un pañuelo para estas lágrimas que fueron tu último obsequio.

3 de abril de 2021

 P.6  Intentando despertar

Anoche lloré como hace meses no lo hacia. Vi rojo por un momento, un momento largo. Crucé mal muchas calles, agarrandome de la cabeza, esperando lo peor. 

No se si lloré por mi o por vos. 

Vi sus ojos en los tuyos y la chica de hace unos meses me tocó el hombro. 

Otra vez? 

Que te atrae de este tipo de personas?


 P.5 Ya no hay vuelta atrás 


Tu boca respirando en mi oido. Mis manos recorriendo tu suave espalda. Mis piernas envueltas en tu cintura. Mi mejilla rozando tu barba. Nuestros cuerpos siendo uno. Sin poder dejar de temblar.

Trate de memorizar cada escena, ya se que al cerrar y abrir los ojos, ya no estaras aca. Y yo estaré escribiendo este texto, queriendo regresar.

A ese beso, esa espalda y ese pelo. 

Reirme mientras me besas, jueguen nuestras lenguas y nos enredemos. 

No quiero salir de encima tuyo, no te vayas, solo un rato mas.

Bailemos al ritmo de cualquier melodia, pon la musica que vos prefieras. Con vos escucharia horas y horas la misma cancion, una y otra vez.


[No es tu novio]


P.4

 Me levanto con resaca de ilusiones. Cada mañana. 

Durante el dia no paro de hablar de vos y de esperar tus mensajes. Saco conclusiones, modifico mis estrategias. Trato de calmarme cada 5 minutos y me vuelvo a descolocar. 

Cada noche guardo todo lo sucedido en algun cajon escondido dentro de un sueño profundo. 

Y vuelvo a despertar removida, sin información en la cabeza y con un poco de verguenza de lo que pude hablar el dia anterior. 

Me levanto y a las horas mi cabeza vuelve a funcionar, de a poco las palabras empiezan a completar, el cuaderno de anotaciones del dia de hoy. 

No me habló, ya no me hablará? No quiero que me hable, me ilusiona mas. Pero quiero ilusionarme, no quiero ser su amiga. Ayer se levantó y pensó en mi. Hoy no pasará? 

Me levanto con resaca y un par de lagrimas recorren mis mejillas. No quiero enamorarme, me quita mas de lo que me da. 

 P.3

Me desperté pensando en él. Fuiste la primer cosa que se cruzó por mi mente. No tu cara ni un recuerdo. Un sentimiento se paseó por todo mi cuerpo. Estoy confundida. No sé que debería sentir.

Soy muchas incertidumbres, juntas en una sola cabeza. Afirmando y contradiciendose constantemente. 

Me gustas, no puedo decir cuanto. 

Mañana hará una semana de nuestro primer beso. 

No es un poco pronto? Para ya estar esperando tu mensaje todas las mañanas?

Que fluya, como la templanza. Me auto recuerdo.

 Felices 26. Mañana del 10 de septiembre 2020


Tu brazo rodeandome me pareció muy bien, aunque se saliera de mis reglas. Y agregarle unos mimos no me puede dañar. Y despedirte con un beso no puede estar mal. 

Empecé mis 26 sintiendo algo extraño, un sabor que creo haber probado. Una ansiedad incomodante y una forma de ver las cosas un tanto brillantes. No recuerdo haber hecho nada para que esto suceda. 

Tan solo apareció.

Tengo la seguridad de algo tan incierto que me asusta un poco. Siento poder ver un poco mas allá de los pasos que ya dimos. 

Hoy mi mente navega en esa noche, una y otra vez. 

 P.2

Hoy senti algunos rayos de sol en mi cara, compensando el viento frio que esta comenzando. 

Y tuve el recuerdo, de pasar este mismo clima enamorada, con la mirada de alguien a mi lado. Guante y guante de la mano. Ocultando la sonrisa debajo de la bufanda. 

Esta mal querer volver a enamorarme tan pronto? 

Senti un pequeño estallido recorriendo mi cuerpo, algo parecido a lo que se siente el saber que estas en la cabeza de alguien. 

Despertar y saber que él tambien esta pensando en verte. 

Irse a dormir con la sensación en el estomago de tener mucho amor, demasiado, a punto de explotar.

Creo que lo que sentí este ultimo año fueron pequeños espamos de amor, disipandose en la nada. 

Eso ya no era amor. Alguna vez lo fue? 

Quizas me entusiasme con la idea, me conformé con algo parecido a eso. 

Quiero un amor, libre y sincero.

Extraño despertar un domingo de invierno, con la luz del sol que se irá en unas pocas horas. Estirarme, abrazarte, agarrados de la mano. Desayunar tarde, quizas no almozar. Salir de paseo sin rumbo. Volver a dormir. 

 Septiembre 2020

Recuerdo el primer día que nos vimos. O te vi. Todavía no se cual habra sido el momento en el que vos me viste a mi. 

Recuerdo que mi cabeza se paró por un segundo, te miré, y todo volvió a su curso rapidamente. 

Mi cabeza piensa algo y escribo otra cosa, no se cuando reime, o si lo estoy haciendo de más. 

Que palabra usar para que me entiendas, alguna que no sea tan argenta. 

No digas “che” ni “boludo” Melina, por favor. 

Senti una adrenalina que no tuve en todo el dia cuando recibí tu mensaje.

Hoy solo quise dormir, despues de un fin de semana agitado. 

Son las 23:00, en una hora me suelo acostar. Pero despues de tu mensaje daría vuelta mi habitación, me pondría a cocinar un bizcochuelo o aprenderme una canción. 

Olvidé como hablarle a alguien que me gusta.


5 de julio de 2020

Una brisa recorrió mi cuerpo, el viento me hizo cosquillas para despertar
Y vi luces rodeándome, sonidos susurrándome
Cerrar o abrir los ojos, cualquier realidad se fundía en nuevos colores.
Y de pronto la certeza de estar acá.
Una nueva compañía que solo me podía hacer reír
Y mis últimos esfuerzos exprimidos para no aflojar
Te besé, mil veces en mis pensamientos.
Mis piernas me deslizaron casi sin darme cuenta a mi casa, pero el resto de mi cuerpo quería quedarse en vos.
Seguiremos tan brillantes cuando vuelva a amanecer?
Seguirás los rastros de mi perfume?
Los colores se ven intermitentes, y pronto se apagarán.

24 de mayo de 2020

Carta de Adiós

Adiós compañero de viaje. A tus buenos días y a tus besos de buenas noches.
Hoy he decidido recordarte por última vez, para que un poco deje de doler.
Quizás ahora me arrepienta de no haber mantenido la costumbre de leer juntos, o de ayudarte un poco mas con tus proyectos.
Espero haber iluminado un poquito tu vida, como lo hiciste vos en la mia.
Adiós mi amor viajero, que me enseñaste a pisar un poco mas fuerte, a confiar por donde voy, y quererme un poquito mas por lo que soy.
Que te estén esperando mil historias, mil caminos, mil ciudades.
Que elijas mil proyectos y los dejes, y los vuelvas a empezar.
Adiós mi compañero, que te llevaste un pedacito de mi corazón como recuerdo, y espero que lo sepas cuidar.
Porque desde cualquier parte del mundo en donde nos encontremos, te seguiré enviando mucho amor, para que ambos podamos sanar.
Y que te rías, y tus ojos se abran bien grandes ante nuevas maravillas, y que vayas dejando tu luz por todo tu recorrido.
Que te conviertas en todo eso que deseas y mucho mas.
Que pelees contra todos tus miedos, no te dejes ganar. Porque he conocido pocas personas tan fuertes en la vida, y se que vos no te vas a dejar pisotear.
Adiós amor mio, por ahora, pero espero volverte a encontrar, aún mas brillante de lo que sos ahora. Nos podamos enseñar cosas nuevas y nos volvamos a abrazar.
Te quiero hasta el infinito y mas allá.
Que seas feliz, libre y autentico.

27 de enero de 2020

Y la sensación de escapar vuelve a aparecer.
Quizás nunca se fue del todo.
Tal vez no escape de lo que realmente necesitaba.
Nueva ciudad, idioma, trabajo y amor.
Que más?
Todos me miran y yo no encuentro a nadie.
En esta tierra fría y observante. Aguardando mi próximo tropiezo, para que comiencen las risas.
El sol no brilla tanto de este lado del mundo.
Hoy desperté y todavía sin abrir los ojos sentí tu nariz húmeda en mi nuca, y el calor de tu cuerpo en mi espalda.
Pude escuchar la tranquilidad mezclada con el transito, los sorbos del mate con los pájaros piando.
El sonido del sueño y el sol intentando entrar por mis ojos pesados.
La pared fría aliviandome del calor de Enero y las sabanas de princesas enredadas en mis piernas.
Por un segundo el flash de algún sábado pasó por mi cabeza. Sentí las pestañas pegadas del rimmel de anoche junto a mi perfume mezclado con cigarrillo.
Abrí los ojos y la cama era grande, quizás demasiado. Aun siendo las 7 de la mañana el sol todavía se escondía. Quizás no le gusta salir por acá, y por eso no es el mismo.
Ni mi pelo ni mi piel brillaban. La ropa era la misma que ayer, que la semana pasada y el mes anterior también.
Me levanté y no tenía planes para el fin de semana ni amigos para ver.
Durante todo el día pensé en amores pasados, esos que fueron, aquellos que no, esos que todavía están en una lista de pendientes y los que jamás pasarán.
Imaginé nuestro reencuentro y miles de escenarios. Desde los mas dulces a los mas catastróficos.
Adrián, tengo miedo de que me olviden.
Tengo miedo de perderlo todo.
Que cada nuevo paso y cada nuevo paisaje, vaya borrando alguno anterior.


29 de diciembre de 2019

Algo en esa melodía cursi y melosa me llevó a una mañana sentada en tu auto.
Por 10 minutos fuimos una pareja yendo al supermercado por la compra del mes.
Una pareja yendo a visitar a la familia.
Una pareja yendo a la fiesta de algún amigo.
Me tele transporté de página y nos vi paseando tus perros.
Despeinada y sin importarme.
Cansada y no queriendo dormir ni un minuto.
No había otro lugar en el que hubiera deseado estar.
Todavía viajo a ese momento de vez en cuando.
Y nos veo tan chicos, la calle tan iluminada y vacía.
Tengo el don de romanizar cada segundo de mi vida.
Quizás necesito buscarle color a tanto caos.
Crear una bello sonido de tanto ruido.
Nunca tuve la necesidad de que hubiera testigos de lo que sentíamos.
Así no habría nadie juzgando si agregaba algún condimento, diciéndome que era una enfermedad lo que yo consideraba un sueño.




22 de mayo de 2019

Cada palabra tuya es una aguja en mi corazón.
Cada promesa de amor se convierte en un martirio, un torbellino en mi cabeza auguriando un final certero.
No existen rosas en mi vida, y jamas me di la posibilidad de acercarme.
Los colores que viste en mi tan solo se prenden a tu encuentro, para no espantarte.
Me esmero cada día en alejarte, privándome de quererte y disfrutarme,
¿Hace cuanto espero este momento? Y una vez que lo encuentro no dejo de preguntarme.
¿Hasta cuando?
Te quiero y me duele cada letra.
Soy mas feliz que nunca y me espanta hasta los huesos.

16 de octubre de 2018

Me frené por un segundo y junto con todo mi cuerpo mi corazón también.
Un suspiro interminable salió de mi, y no recuerdo en que momento dejé de lado ese sentimiento, para pasar a sentirme completamente fuego.
La piesa era mas chica y la cama mas grande, tus labios mas suaves y tus ojos un viaje.
22 años y con mis manos que temblaban. Te contemplé hasta memorizar cada rastro de locura y me prometí recordar lo máximo posible, aunque la imágen se volviera intermitente.
Se salieron las almas de nuestros cuerpos para reecontrarse, y volví a sentirme segura en esos brazos hasta ahogarme.
Se llenó todo mi cuerpo por un segundo, y no tuve necesidad de nada más. En ese momento sentí que que al igual que los sueños yo manejaba lo que estaba sucediendo, y sin pensar en otra cosa me permití solo disfrutar.
Hoy abro los ojos y congelaría este momento.
No te levantes
No te levantes
No pongamos nuestros pies sobre el suelo.
No me abras tu puerta
No me despidas con esos ojos, pronosticando nuestro ultimo encuentro.

Porque.. Qué tan malo puede ser alguien que me genera tanto amor?
Que tan mal puede hacerme alguien que con nada puede asustarme?

Me pongo de frente y te pido que grites. Te pido por favor que no me niegues saber.

24 de junio de 2018

Cerré los ojos y escuché tu mensaje.
Sentí como el viento se paró y las cosas a mi alrededor se congelaron.
De repente no hubo mas tiempo, ni responsabilidades o preocupaciones.
Se agrandaron mis pupilas para dejar entrar cada sensación de ese momento.
No sabía si reír o llorar. Mis ojos comenzaron a inundarse y mis piernas a temblar.
Mi corazón dejó de latir por un segundo. Mis manos se volvieron heladas y mi estómago se convirtió en una montaña rusa.
Leí varias veces tu nombre para poder asimilar lo que estaba sucediendo.
Era él, eras vos, en mi celular de nuevo. Casi como si hubiera estado esperando tus palabras todo este tiempo.
Casi como si los días, los años, no hubieran pasado.
Ahí estaba yo de nuevo, tirada sobre mi cama, con tu nombre frente a mis ojos, con tu idea en mi cabeza.


Por un momento tuve la seguridad de que esto ocurría, algún día pasaría, y sucede que ese día era hoy.

19 de septiembre de 2017