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El destino definitivamente no está de mi lado, nos junta solo en ocasiones.

Tanto para ilusionarme como para deshacer toda clase de ilusión.

Agradecería que tan solo hubiera dos veces seguidas en las que verte sea solo llenarme de emoción.

¿Las lágrimas deben ser un componente necesario para verlo?

Una semana, dos semanas, tres semanas, me voy inundando en mis propios pensamientos.

Y estoy cansada de un cambio por cada decepción.

Es que sacarte de mi mente ya no es una opción.

Si camino es porque no estás ahí para evitar que me caiga, si trato de no pensarte es mi garganta la que se cierra y me llevan a lo mismo.

Porque no hay cosa que no tenga tu nombre grabado.

Y me siento, me ahogo, en mis pensamientos.

Quiero y no puedo, debo y no quiero.

Si te olvido te encuentro, si recuerdo te pierdo.