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Lo esencial es Invisible a los Ojos

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27 de abril de 2016

En una calle oscura, solo se escuchaba el frío de la noche y tus pasos acercándose. Lo miró a los ojos como si ya se conocieran, se acercó y le dijo, "Tenes cara tierna, ¿ Te puedo dar un abrazo?. Y sin dejar dudas en el medio, él la abrazo. Una brisa sugirió "besame, besame mucho, como si fuera esta noche la ultima vez". El piano empezó a tocar, y ante sus labios que dudaban, ella acercó la almohada.
"¿Hace mucho que venís por acá?, te vi y me di cuenta que eras el amor de mi vida" dijo ella. "Que suerte que lo dijiste primero, no quería sonar como un tonto" dijo él.
La llevo a la parada del colectivo y ella insistió ante un buen saludo. Y el uniforme fue desapareciendo de a poco.
"Te amo" le dijo el tirados en el colchón y mirando al techo. "Yo también" respondió ella. "Me alegro que vos también a mi, ya me había cansado de ponerle tantos muchos al te quiero" contestó él con esa sonrisa plateada grabada.
Ella quería vivir en una gran casa llena de perros, y el quería ser entrenador de delfines, se escaparían juntos en un vuelo a San Diego y no regresarían.
Ella amaba hacerle desayunos por la mañana, y él odiaba que lo despertaran. Ella amaba verlo bailar desnudo, y el amaba darle besos en el cuello y ver como ella se reía.
Tenían su callecita para reírse, olvidar, discutir y soñar.
Eran felices con poco, no pretendían mucho más.
Un día el "amor" no fue suficiente para él. Un día ese "amor" no era tanto para ella.
Él quería libertad, ella lo necesitaba cada día mas.
Un día se rompió.
Sus zapatillas dejaron de gustarle a ella, y su llanto ya no lo conmovía a él.
Ella le soltó la mano esperando que el volviera por ella, y él nunca volvió.
"Chau mi amor", un día leíste escrito por mi, y eso te lastimó.
Una vez te escuche llorando toda una noche detrás del teléfono y consolándote, y vos lloraste conmigo cuando se murió "mi amiga". Me esperaste noches en las que yo me iba a bailar, y le dijiste a tu mejor amigo que las búsqueda había terminado, no querías a nadie más.
Renuncié a mis principios para acompañarte, y vos fingiste una sonrisa en esas salidas que solo a mi me gustaban.
¿Por qué mentimos, y resistimos, y aguantamos y no quisimos?
¿Por qué gritarnos, y empujarnos e insultarnos?
¿No fuimos esas mismas personas que dijimos "nunca podríamos separarnos, no puedo estar más de un día enojado con vos"?
¿Por qué dejar que nuestros errores tapen todos esos besos, recuerdos?
Si yo soy imborrable y vos intocable.
¿Está muy mal solo pedir que no me odies a cambio?
No puedo vivir con tu odio, ni volver a sentir sin que me perdones.
Perdón.

Y espero todavía estar a tiempo, de que leas esto.

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